lunes, noviembre 24, 2014

El duro análisis de Evelyn Matthei: "El problema es la Presidenta y sus asesores del segundo piso, Atria y Güell"

Por ello, a su juicio, no sirve de nada un cambio de gabinete. Dice estar "impresionada de la incapacidad" de Bachelet y teme que "va a entregar un país estancado y dividido" al final de su período. Anuncia su regreso a la política para 2015 o 2016 y aunque aclara que no hay nada definido, asegura que le ganaría a Carolina Tohá en Santiago. Tampoco desecha del todo volver a ser una carta presidencial. Olga Bustamante  Olga Bustamante | Política | 05:00 hrs 


© Agencia Uno






Si bien nunca se fue definitivamente, Evelyn Matthei pareciera estar de vuelta, y con todo. Tras la dura derrota que sufrió en la elección de diciembre de 2013 como abanderada de la centroderecha frente a Michelle Bachelet, se dedicó este año a la docencia en un colegio “Matte”, lo que la mantuvo -por decisión propia- en una segunda línea. Pero según sus propias palabras “este gobierno ha resultado ser un desastre tan brutal”, que considera inesquivable volver a la política activa (ver pág. 6) y alzar la voz. Y en esto último, como siempre directa y frontal, su juicio es lapidario: “La principal falencia de Chile hoy día es la Presidenta Bachelet”, asegura, y advierte: “Va a reventar el país, va a reventar el prestigio de sus ministros”.
¿Comparte el juicio de que la principal falencia del Gobierno hoy es la conducción política?
La principal falencia es la Presidenta…
¿Del Gobierno?
La principal falencia de Chile hoy día es la Presidenta Bachelet.
¿En qué sentido?
Va a entregar un país estancado y dividido. Se ha dejado seducir, o a lo mejor ha creído toda su vida en ellos, por ideologismos de hace 50 años. No entiende, para nada, cómo esas ideologías se llevan a la práctica. Nunca ha diseñado una política pública desde el principio hasta final y no la ha implementado, no sabe cómo hacerlo y no sabe cómo pedírselo a los demás. Por lo tanto, todo el mundo que pide la renuncia de (Nicolás) Eyzaguirre está totalmente equivocado.
¿O cambio de gabinete?
Así es, porque el problema es ella. El problema es ella y sus asesores del segundo piso, (Fernando) Atria y (Pedro) Güell. Y mientras eso no cambie, se pueden cambiar todas las carteras y el desastre va a seguir siendo el mismo.
Pero la Presidenta fue elegida para gobernar 4 años y eso es inamovible, entonces significa que…
Significa que vamos a tener un desastre por los próximos tres años y medio. Sí, eso es lo que estoy diciendo. Salvo que ella decida llamar a gente como en su minuto lo hizo con Pérez Yoma, y que finalmente lograron sacar la cosa a flote. Por ejemplo, estaba leyendo a Atria en una artículo sobre la calidad de la educación. Es de un grado de ideologismo y de hablar con una autoridad que no sé quien le ha dado, sobre un tema respecto del cual no sabe nada. Y esos son los que están dictando las políticas. Gente que cree que tiene tres verdades y las aplica a todo. Son puros generalistas, ideólogos, que nunca han hecho política pública ni han visto los detalles que ello conlleva: escuchar, ordenar, priorizar, ver qué es compatible con qué otras leyes y a qué grupos vas a tocar y por qué. Nunca ese ejercicio lo han hecho ni Güell, ni la Presidenta Bachelet, ni el señor Atria. Entonces se lo encargan al pobre Eyzaguirre. Y cuando empieza a quedar la escoba, ella dice “que los ministros trabajen más”. Esa es su respuesta, cuando en realidad  ella ha pedido estupideces, una tras otra.
Sin embargo, ella hizo en su Gobierno anterior una buena reforma, como todos reconocen hoy, al sistema de pensiones. No será tan poco lo que sabe.
Hizo una reforma a las pensiones que venía siendo estudiada hace 5 años. Ella no había pedido ese estudio, se lo mostraron. Venía preparándose por parte de Alberto Arenas con expertos internacionales, se habían hecho todos los trabajos. Todo estaba listo. Ella le puso la guinda a la torta y armó la comisión Marcel, pero era algo que venía del Gobierno de Lagos. Acá no hay nada de nada. Cree la Presidenta que se pueden armar cuatro o cinco proyectos de ley en Educación en 6 meses. ¡En qué mundo vive! Va a reventar el país, va a reventar el prestigio de sus ministros. Ella no sabe de lo que está hablando en materia educacional, no tiene idea de lo que está hablando en materia tributaria, no tiene idea lo que está pasando en la economía. Habla de una nueva alianza público-privada, pero permite que la ministra de Salud siga despotricando contra las concesiones. 
¿Cuál es la Bachelet de verdad, la de su anterior período, o la de ahora?
Yo creo que ésta.
¿Y qué pasó entonces en su anterior Gobierno, donde no reventó al país como usted teme ahora?
Lo que a ella tanto le molesta, que el que de verdad gobernó fue Andrés Velasco. Pero dígame qué se hizo en la reforma tributaria, si hubo que hacerla entera de nuevo. Nunca en mi vida había visto algo técnicamente tan mal hecho. Y ella: campaña del terror. Estoy impresionada de la incapacidad de la Presidenta y ahora entiendo por qué nunca quiso debatir nada de fondo, porque no sabe. Eran todas evasivas y lugares comunes, no sabe nada de nada.
Entonces, ¿aunque haya cambio de gabinete no se va a modificar nada?
Primero, no puede haber cambio de gabinete, porque ella le ha impuesto las tonteras a Eyzaguirre y a Arenas. No los va a cambiar.
Pero en el resto del gabinete sí puede hacer cambios.
¿A quién? A un ministro que nadie conoce y que no tiene ninguna importancia, a lo mejor, da lo mismo, cosmética. Pero si me dicen que va a sacar a Arenas y a Eyzaguirre, no, no los puede sacar, si ella los metió en este tete.
¿Cuál es la responsabilidad de ambos?     
Tontos no más. Ambos son unos lesos que por amistad, por poder, o porque se creyeron Superman, qué se yo, aceptaron ser ministros en condiciones en que solamente lo podían hacer pésimo. Ambos han quemado totalmente su prestigio profesional. Son personas que han perdido el respeto de todo el mundo y no se lo merecen, ninguno de los dos.
¿No debieron haber aceptado?
Han recibido órdenes o sugerencias generales. No han tenido tiempo de hacer una propuesta seria. Les han exigido, además, que escuchen a cabezas calientes y todo para ayer. El peor de los mundos. Han actuado sin margen.

Economía y sector privado

¿Cómo está viendo el 2015?
¿Vió lo que opinaban los empresarios (encuesta de Enade)? Esa es la misma visión que tengo yo. Aún después de los cambios tuvimos una reforma tributaria tan horrorosamente mala, que la economía está paralizada completa y nadie cree que a fines de este año despega.
¿Entonces, no hay punto de inflexión como espera el ministro Arenas?
Ahora vienen reformas laborales (ríe)... Arenas trata de decir “no, ya pasó lo peor chiquillos. Ya tenemos reforma tributaria, les guste o no es certeza”, pero cómo va a haber certeza si ahora vienen reformas laborales en que nadie sabe qué brutalidad va a salir, porque además la ministra Blanco no sabe del tema. Ella es una mujer muy inteligente y que sabe mucho de seguridad pública. Veamos cómo está la seguridad pública. Cada día peor. Pero no, ponen a alguien que no sabe nada de seguridad pública y a ella la ponen de ministra del Trabajo. Es que todo es así. La Presidenta Bachelet puso a sus amigos, muchos de los cuáles no tenían ninguna experiencia. Y a algunos los quemó, como a Arenas y a Eyzaguirre.
¿Cómo está conduciendo la ministra Blanco el proceso para mandar la reforma?
No tengo idea, porque cualquier persona que ha redactado un proyecto de ley sabe que los titulares no dicen nada. Lo que importa son los detalles, el articulado. Eso hace toda la diferencia entre que una cosa funcione o no. 
¿Cuál es el peligro que se haga una mala reforma laboral?
Más desempleo, obviamente, porque malas reformas laborales significan que las empresas automatizan o tercerizan en otros países. 
La economía va a crecer algo bajo 2% este año, ¿cuánto podría mejorar el próximo?
Mi impresión es que nos vamos a quedar por aquí mismo, o sea, bajo 3%. ¿Viene Reforma Constitucional o no viene? ¿Van a cambiar los derechos de propiedad como dijo la ministra Rincón o no? Así, cómo va a rebotar la economía, de dónde.
Si es todo así, ¿por qué inversionistas de afuera siguen comprando empresas en Chile?
Por las ventajas tributarias. Si no pudieron ponerles las mismas tasas tributarias que a los chilenos. Los chilenos pagan más impuestos. Hoy una empresa es más rentable cuando está en manos de extranjeros que cuando está en manos de chilenos.
Pero si hay un clima de incertidumbre ellos también lo debieran resentir…
Desde afuera siempre piensas que no es tanto. Cuando ves que hay familias tradicionales que deciden vender porque alguien dijo “sabes que más, es momento de salirse de Chile”, eso lo saben los que viven en Chile, no en Nueva York. La gente invertía en Chile porque era un oasis en cuanto a estabilidad de las reglas del juego, pero eso ya dejó de ser.
¿Es válido entonces el reclamo de los gremios empresariales por el mal clima de negocios?
Los líderes empresariales tienen un problema serio en este minuto, ellos se dan cuenta la debacle que hay, pero no lo pueden decir con todas sus letras, porque tienen que mantener los canales de comunicación lo más abiertos posibles con el Gobierno. Por lo tanto, hacen un discurso golpeador, pero después viajan con la Presidenta porque ese es su rol. Pero cuando uno habla con gente que tiene empresas y que no está en ningún gremio, lo que escucha es negro, negro, negro. Están cabreados, hastiados, y ya con cero confianza hacia la Presidenta.

Candidatos presidenciales

Si no ve posibilidad de un cambio de rumbo del Gobierno, ¿cómo seguirá esto hacia adelante?
Probablemente cuando ya empiece a notarse que la economía no repunta y que la Presidenta no sube en las encuestas, van a empezar a tirar bonos. Van a empezar a tirar plata a la calle. Algo de eso ya vimos la semana pasada con medidas como la de la baja de las bencinas. Entonces ahí ya no le van quedar dudas a los inversionistas que Chile se convirtió en un país bananero más. Ella va a tratar de recuperar su sintonía como el público a como dé lugar, pero no se da cuenta que la sintonía la está perdiendo por políticas que afectan profundamente a la clase media emergente y al empleo.
¿Tendría que modificar la naturaleza de las reformas?
Lo que tiene que cambiar es el segundo piso, pero no la veo haciendo eso.
¿El mayor protagonismo en la DC y el PS de personajes como Gutenberg Martínez y Escalona, podría variar este panorama?
La única esperanza que tengo es que efectivamente la sensatez venga impuesta por fuera. Que distintos agentes que pueden ser personas, partidos o grupos de parlamentarios, se den cuenta que nos estamos yendo al despeñadero y exijan cambios.
Este ambiente de crispación tambien está adelantando la carrera presidencial en el oficialismo. Incluso se habla de Ricardo Lagos…
Creo que vamos a ver a un Insulza y a un Lagos señalando que con esta cantidad de revuelta se necesitan figuras potentes que ordenen. En ese caso mi impresión es que MEO desaparece, sencillamente por tonelaje y porque además el caos va a ser suficientemente grande como para que la gente prefiera algo conocido y que dé más certidumbre. 
Y entre Insulza y Lagos, ¿cómo ve las posibilidades?
Creo que Insulza tiene una ventaja sobre Lagos y es que estaría dispuesto a ir a una primaria y Lagos no.
En ese contexto, ¿qué espacio le queda a Andrés Velasco?
Pienso que muy poco.
Y todo este descalabro que usted vaticina, ¿no puede dejarle el camino despejado a la centroderecha para recuperar el poder?
No necesariamente. Depende de cómo se mueva, de cuáles sean sus propuestas y de cuán unidos estén. No existen las carreras ganadas. Las oportunidades se construyen, se trabajan, se conversan, hay que hacer la pega.

domingo, noviembre 16, 2014

Marchar (Columna en blog de t13.cl por mi hijo Pablo)

Marchar

Han pasado unas semanas y creo que a esta altura puedo confesar que pensé ir a la marcha de la CONFEPA. Era una buena ocasión para manifestar mi malestar con el gobierno, pero como ustedes saben, salvo que el país se esté cayendo a pedazos, la derecha no marcha.
La sola idea de marchar entre consignas y megáfonos me desanimó. Me imaginé estar durante dos horas escuchando ¡el que no salta es Bachelé, el que no salta es Bachelé! y fue superior a mí. Primero, porque yo no salto bajo ninguna circunstancia, y sinceramente, prefiero no ser la Presidenta en estos momentos.
Tampoco quería escuchar la canción nacional cada veinte minutos, por lo que haciendo caso omiso a mi pulsión de participación en la vida cívica, ese domingo mientras la CONFEPA marchaba yo salí a correr junto a todo mi individualismo por los dominios de Josefa.
Ahora la segunda confesión: he andado medio arrepentido de no haber ido. Especialmente dada la andanada de descalificaciones, burlas y derechamente insultos que recibieron quienes osaron, pacíficamente (¡oh!), manifestarse contra una política del gobierno. Les dijeron de todo: que iban obligados, que eran unos morones por querer pagar cuando papá Estado ofrece gratuidad, que iban engañados, que marchaban por la segregación y discriminación. En fin.
"No se me ocurriría mofarme de padres que defienden marchando lo mismo que reciben mis hijos a través de los colegios privados a los cuales asisten."
 
Yo entiendo, e incluso puedo llegar a suscribir conceptualmente los beneficios para la sociedad de un sistema de educación sin selección y sin financiamiento compartido (lo del fin al lucro es una eslogan barato). No obstante, no se me ocurriría mofarme de padres que defienden marchando lo mismo que reciben mis hijos a través de los colegios privados a los cuales asisten.
Mejor infraestructura, disciplina, orden, un profesor que hace clases, son las razones por las cuales esos padres prefieren pagar, y son las razones por las cuales marchan. Tienen buenas razones, para al menos estar preocupados, por el destino de muchos colegios particulares subvencionados en una reforma que parece entender solo Eyzaguirre y sus jóvenes, e inexpertos (valga la redundancia), asesores.
No es aceptable que las burlas vengan del gobierno, y menos aún desde el progresismo de barrio alto, quienes se sienten muy cómodos pagando $300.000 mensuales por niño y al mismo tiempo riéndose del padre que marcha pordefender su derecho a pagar $30.000. “Sueño que mis nietos vayan a un colegio público”, me decía una apoderada muy progre a la salida de una reunión de apoderados del Villa María. Preferí no contestarle.
La ingeniería social y la falta de empatía con los afectados van a terminar por matar una reforma donde hay mucho que rescatar. Es tal mi molestia, que no coincidiendo en todos los planteamientos, acompañaré a la CONFEPA y a esos padres en su próxima marcha. Salvo que haga mucho calor.

martes, octubre 21, 2014

La Nueva Mediocridad

Opinión: La Nueva Mediocridad

El nuevo "relato" es muy simple (y muy falso), pero muy dañino: "En Chile las personas tienen ingresos desiguales, lo cual es injusto. La causa de esto es el sistema económico o, lo que es lo mismo, los empresarios o los ricos. Y, dado que ellos (los ricos, los empresarios) son culpables de aquello, hay que quitarles ingreso y redistribuirlo".

vial

Mientras en el Chile Day de Londres todo es armonía entre gobierno y empresarios, en el país la situación entre ambos es, por decir lo menos, tensa. La culpa de todo la tiene el "relato" del gobierno, como les gusta decir a los políticos, que está haciendo estragos en las filas empresariales.

El nuevo "relato" es muy simple (y muy falso), pero muy dañino: "En Chile las personas tienen ingresos desiguales, lo cual es injusto. La causa de esto es el sistema económico o, lo que es lo mismo, los empresarios o los ricos. Y, dado que ellos (los ricos, los empresarios) son culpables de aquello, hay que quitarles ingreso y redistribuirlo".

La del gobierno no es una prédica intrascendente. Afecta, en primer lugar, el prestigio de un grupo de gente –los empresarios– que es importante para lograr los aumentos del producto y el empleo necesarios para seguir disminuyendo la pobreza. En segundo lugar, y más importante que lo anterior, el criterio de equidad afecta negativamente el necesario incentivo que se requiere para desatar el esfuerzo creativo de los hombres para mejorar su condición. Por algo el Financial Times señaló que la economía chilena es la que mejor encarna la nueva mediocridad.

El gobierno nunca ha sido muy claro respecto de cuáles serían "los ingresos justos". A lo más, ha señalado que el objetivo que se pretende es la equidad.

¿Que es la equidad? Miro en el diccionario y leo: "Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que merece en función de sus méritos o condiciones". La verdad es que la definición no ayuda mucho a esclarecer qué es lo que pretende el gobierno.

Varias preguntas. Primera: ¿quién determina lo que es equitativo? La respuesta es: el gobierno, por supuesto. Algún iluminado burócrata que ha visitado el paraíso y conversado con los dioses deberá determinar cuánto corresponde quitarles a algunos para darles a los otros. ¿En qué basará su determinación? Probablemente en nada muy racional. Básicamente, en sentimientos o percepciones del momento –de odio, amor, envidia– respecto de los más ricos.

Segunda pregunta: ¿es equitativo que Alexis Sánchez gane un millón de dólares al mes? La teoría económica hace rato que contestó esa pregunta. Es racional. El mercado remunera a las personas según el aporte que realizan. Alexis mete goles, gana campeonatos y vende camisetas. El Arsenal gana muchísima plata con Alexis, razón por la cual está dispuesto a pagarle un sueldo tan alto.

Tercera pregunta: ¿sería más justo bajarlo de los patines, a Alexis, como predica el ministro Eyzaguirre? No, de ninguna manera. Haga una cosa positiva: suba a los patines a otros jugadores jóvenes para que compitan con Sánchez.

Cuarta pregunta: ¿es equitativo que Alexis gane más que Valdivia, otro verdadero genio del fútbol? Para su información, Alexis se porta mejor, se cuida más, entrena con harta más dedicación, hace dieta sana, se acuesta temprano, se levanta de madrugada a hacer ejercicios, y es simpático, no conflictivo. En suma, aporta más.

Quinta pregunta: ¿sería más justo que Valdivia ganara lo mismo que Alexis? Al respecto, los expertos indican que si Valdivia tomara la decisión de trabajar tanto y fuera tan disciplinado como Alexis, los sueldos de ambos serían muy parecidos. Por lo tanto, en vez de quitarle a Alexis, sería mucho mejor decirle a Valdivia que se pusiera las pilas, que aportara más.

Y si usted todavía no esta convencido de todo esto, yo solo le puedo agregar que a Alexis nadie le "distribuyó" la plata que el gobierno quiere quitarle para "redistribuirla" a otros. Alexis ha trabajado duro desde muy niño y se ha ganado, peso por peso, todo su dinero.

Mis profesores en la Universidad de Chicago, todos genios, trabajaban una enorme cantidad de horas diarias y publicaban muchos y muy sesudos artículos en la frontera del conocimiento.

De aquellos que estaban en el departamento de economía en ese tiempo, cinco de ellos –Lucas, Becker, Fama, Stigler y Schultz– ganaron el Premio Nobel de Economía. ¿Es eso equitativo? Tampoco a ellos nadie les distribuyó o regaló el Premio Nobel. Lo obtuvieron debido a que poseían condiciones excepcionales de inteligencia (todos no somos iguales) y trabajaron más duro que los demás durante muchos años.

Ninguno de ellos nació en cuna de oro. La madre de Friedman, por ejemplo, llegó desde Ucrania a Estados Unidos a la edad de 14 años y trabajó desde muy joven como costurera en un taller de confección de ropa, con pésimas condiciones laborales.

En una entrevista que dio a una famosa revista, Friedman señala que: “Esos talleres y el trabajo infantil eran mucho más el resultado de la pobreza existente que del laissez fair. Nosotros en Estados Unidos ya no tenemos ese tipo de pobreza, gracias a que el sistema de empresa libre nos permitió llegar a ser ricos. Durante ese período, millones de inmigrantes sin un peso en el bolsillo vinieron desde afuera, nada más que con sus manos, y gozaron de una enorme mejoría en sus condiciones de vida. A mi madre solo le fue posible emigrar a Estados Unidos debido a que existían esos talleres donde pudo obtener un trabajo. No se quedó mucho tiempo allí. Tampoco lo hizo la mayoría de los otros que vinieron con ella. Si en ese tiempo hubiésemos tenido la ley de salarios mínimos y todo el entramado de leyes del Estado de bienestar, tal como existen ahora, la mitad de los lectores de esta revista o no existirían o serían habitantes de Polonia, Hungría u otro país. Y, por supuesto, tampoco existiría esta revista".

A los empresarios tampoco les han regalado la plata. A pesar de que últimamente van una vez al año a Londres o a Nueva York junto a funcionarios de gobierno a celebrar el Chile Day, la vida de los empresarios en Chile es bastante difícil. Su actividad se valora poco y nada. Además, muchas veces son víctimas del resentimiento y de la envidia. A pesar de ello, los empresarios chilenos se destacan. En su gran mayoría han ganado su dinero de manera honesta. Y todos ellos, sin excepción, han debido luchar duro contra la competencia, la burocracia, la regulación y el mal ambiente, para dar trabajo y mejores condiciones de vida a los chilenos.

Algunos, haciendo gala de mucha creatividad y trabajo duro, han tenido éxito. Otros tantos han fracasado. Los que progresaron, lo hicieron asumiendo riesgos políticos y económicos y emprendiendo variados proyectos que les han cambiado la cara a Chile y a los chilenos. Ellos se han ganado su plata trabajando para Chile.

En los últimos 40 años, gracias a la operación de la economía libre, se han superado los severos niveles de pobreza de antaño, las altas tasas de inflación y el permanente estancamiento económico. Hemos sido espectadores privilegiados de cómo la economía de mercado libre ha permitido aumentos sustanciales y sin precedentes del nivel de vida de los chilenos más pobres. Miles de ciudadanos modestos pero trabajadores de muchos países vecinos eligen a Chile para comenzar a vivir una nueva vida.

El gobierno actual, sin embargo, está empeñado en modificar de manera profunda los factores que han sido responsables del progreso alcanzado. Si en el pasado hubiésemos tenido los impuestos al nivel en que están actualmente, y hubiésemos aplicado toda la batería de medidas con las cuales hoy se nos amenaza, yo estoy seguro que no seriamos muy diferentes de Venezuela o Cuba y, obviamente, ningún ciudadano de otro país querría trasladarse a Chile a vivir y a trabajar.

Alvaro Vial Economista

jueves, octubre 16, 2014

Meter la mano en la caja

Meter la mano en la caja

Imaginemos que todo el asunto de las tarjetas de Caja Madrid hubiera sido un experimento, una especie de estudio sociológico sobre conducta o comportamiento humano. Se incluyeron 86 participantes, de diversas procedencias y diversa ideología política. El supuesto del que se partía era: aquí tenéis una caja llena de dinero, que en principio no es vuestro pero que será vuestro en cuanto lo toméis, y podéis tomar lo que os parezca y cuando os parezca sin que tengáis que dar ninguna explicación y sin que ello tenga ninguna consecuencia. El resultado es lo que estamos viendo: 82 sucumbieron a la tentación y metieron la mano, algunos las dos manos y a manos llenas, y solo cuatro resistieron. El resultado es demoledor en lo que se refiere a la condición humana. La codicia vence por goleada sobre la honestidad. Ahora imaginemos, solo por un momento, en hacer extensivo este caso a la totalidad de cargos, gobernantes y gestores de lo público, comenzando por Ayuntamientos, que durante años pudieron pensar que el contenido de la caja, que no era suyo, podía pasar a ser de su propiedad solo con tomarlo, y sin que ello tuviera ninguna consecuencia. Prefiero no imaginarlo.— Sebastián Fernández. (El País)

jueves, marzo 20, 2014

Why Do High Frequency Traders Never Lose Money?

Wall Street Mar 20, 2014 9:34 AM ET
So I didn't like a lot of things that Eric Schneiderman said in his "Insider Trading 2.0"speech against high-frequency trading on Tuesday, but here is a particularly puzzling bit of it:
Unlike the rest of us who invest in the markets, as I hope you all do, some high-frequency traders appear to trade with virtually no risk. This is something we’re very interested in. Last week, a large high-frequency trading shop disclosed that it made money on every trading day over the course of four years. Out of 1,238 trading days, they made a profit on 1,237 of those days. I do not begrudge anyone their right to make money, but if something seems to be too good to be true, it usually is. And we question whether there are some traders that are just so smart that they never, ever lose money without some special advantage.
Puzzling because, one, why does he seem to hope his entire audience of lawyers day-trades, and, two, there's a serious misunderstanding of the trading industry here. Schneiderman is referring to Virtu Financial's much-discussed recent IPO filing, but similar complaints have been leveled against Goldman Sachs and JPMorgan and ... well, Goldman Sachs, a lot. Every firm that is in the trading business seems to make money on trading on a whole lot of days, and lose money on a whole lot fewer days.
And sure, it does seem unfair that, in the uncertain world of securities trading, some firms would make money (almost) every day. Imagine how suspicious it would be if, for instance, your local supermarket made money on every carton of milk that it sold. That just seems too good to be true, doesn't it? How can they know the price of milk before you do? Shouldn't they be losing money on half of their milk, and making it on the other half, so that things balance out? Doesn't the fact that they always make money suggest that they're ripping you off?
So ... no, right? Here is how Virtu describes its business:
Virtu is a leading technology-enabled market maker and liquidity provider to the global financial markets. We stand ready, at any time, to buy or sell a broad range of securities, and we generate revenue by buying and selling large volumes of securities and other financial instruments and earning small amounts of money based on the difference between what buyers are willing to pay and what sellers are willing to accept, which we refer to as "bid/ask spreads."
That is, Virtu (like Goldman) is selling a product, and that product is liquidity, and itcharges for that product.1 High-frequency trading firms are in the business of acting as middlemen, providing a valuable service by letting buyers and sellers trade as soon as they want to, rather than waiting for fundamental sellers/buyers to come in on the other side of the market.
Now you could reasonably object to that business, but your objections should have the same form as legitimate objections to other businesses. And "that business consistently makes money!" is not a legitimate objection to most businesses. In fact it is the reverse: Businesses that consistently make money are typically thought of as good businesses, not bad ones.
But there are still legitimate forms of objection even to profitable businesses. You might, for instance, think the business is too profitable, and want to disrupt it by cutting out the middleman and letting ultimate buyers and ultimate sellers trade directly with each other, without passing through the hands of market-makers, high-frequency or otherwise. That's fine! That's a rough and partial description of what dark pools are; they're places for fundamental investors to trade without encountering middlemen. And yet exchanges survive, because sometimes people want immediate liquidity and are willing to pay a middleman for it. (Also: Schneiderman seems to be anti-dark pool.2 )
Or you might worry that the business is too monopolistic, that barriers to entry are too high. That would be an argument for providing equal access to data feeds, for instance, which is a Schneiderman priority. But you should be clear about what that means. The goal -- and the effect -- here is not to reduce high frequency trading. It's to make high frequency trading easier, by reducing the fees that new entrants have to pay to compete with incumbent traders. If exchanges and newswires can't charge HFT firms tens of thousands of dollars for data feeds, HFT will get cheaper, and there will be more of it, not less.
Relatedly, you might worry that this business is profitable due to regulatory rent-seeking rather than actual customer needs. And in fact, common and reasonable arguments about high-frequency trading are that it takes advantage of exchange privileges given to market-makers, or that it games maker/taker fees, or that it otherwise takes advantage of a sophisticated understanding of the rules to earn rents. (And, relatedly, that the desire to earn these rents leads to an escalating arms race: The rents accrue not based on absolute speed, but disproportionately to whoever is fastest.)
You will hear critiques like this from high-frequency traders themselves, about their competitors: "We don't game maker/taker rules, but those guys do." These are mostly arguments for less regulation, rather than more, though to some extent they fit with Schneiderman's desire to crack down on the special privileges that exchanges offer to HFT firms.
Or you might just say, "the people currently doing the business do a bad job of it, I wish someone did a better job."3 That is a fine thing to say if you are planning to start a trading firm! As a regulator, though, it's somewhat less impressive; a regulator has lots of power to restrict bad businesses but little power to will good businesses into existence. You (probably) can't make trading costs come down by increasing the costs of the guys currently doing the trading.
So, I don't know, there are plenty of sensible positions you can take against high-frequency trading, and Schneiderman even arguably takes some of them. But "high-frequency traders consistently make money trading, and that is too good to be true," is not such a sensible position. If you find yourself unable to understand how the people you regulate make money, that does not in itself mean that you need more regulation. It means you need more understanding.