martes, junio 30, 2015

A Propósito de Huelgas Largas

HUELGA MINERA

HUELGA MINERA (1984)
Resumen tomado del libro “Los Años en Downing Street “, Margaret Thatcher, 1993.
En el mejor momento de la industria del carbón, en vísperas de la I Guerra Mundial, daba trabajo a más de un millón de hombres en más de tres mil minas, y la producción alcanzaba los 292 millones de toneladas. A partir de ese momento, su declive fue ininterrumpido y las relaciones entre mineros y propietarios fueron frecuentemente amargas. Tras la guerra, sucesivos gobiernos se vieron arrastrados, cada vez más profundamente, a la tarea de racionalizar y regular la industria del carbón. Finalmente, en 1946, el Gobierno Laborista de posguerra acabó nacionalizándola. En los años setenta, la minería del carbón había llegado a simbolizar lo que funcionaba mal en Gran Bretaña. En Febrero de 1972, la simple presión numérica de los piquetes encabezados por Arthur Scargill obligó a cerrar el depósito de coque de Saltley en Birmingham. El acceso del señor Scargill a la presidencia del sindicato a finales de 1981 representó un hito significativo. Tanto el poder de la NUM (Sindicato Nacionel de Mineros, siglas en ingles) como el temor que inspiraba, quedaban en manos de aquellos cuyos objetivos eran descaradamente políticos. Quedó fundamentalmente en manos de Nigel Lawson, ministro de Energía desde Septiembre de 1981, la tarea de acumular, de manera continua y del modo menos provocador posible, las reservas de carbón precisas para permitir al país hacer frente a una huelga minera. Era esencial que las reservas de carbón se almacenaran en las centrales energéticas y no en las minas, donde los piquetes de mineros podían hacer imposible su traslado.  En términos económicos, las razones para cerrar algunas minas seguían siendo abrumadoras. Incluso los laboristas lo habían reconocido: el Gobierno Laborista había cerrado 32 minas entre 1974 y 1979. No obstante, el señor Scargill negaba la necesidad económica de estos cierres. Mantenía que no debía cerrarse ni una sola mina a menos que estuviera literalmente agotada y, de hecho, negaba la existencia de “minas no rentables”.
Los términos acordados en Enero de 1984 eran extremadamente generosos: se pagaría la suma de 1.000 libras por cada año de trabajo. El programa estaría en vigor tan sólo dos años, por lo que un trabajador que hubiera pasado toda su vida laboral en las minas obtendría más de treinta mil libras. MacGregor proponía 20.000 rescisiones de contrato para el año siguiente (1984-1985). Confiábamos en que fuera posible alcanzar esta cifra sin que nadie se viera obligado a abandonar las minas contra su voluntad. Se cerrarían alrededor de veinte minas y la capacidad de producción anual se vería reducida en 4 millones de toneladas al año. Mientras continuaban las conversaciones, empezaron a volar acusaciones sobre una “lista negra” de minas a cerrar. La retórica de los líderes de la NUM se alejaba cada vez más de la realidad (en especial, de la realidad económica de que la industria del carbón recibía 1.300 millones de libras en subvenciones salidas del bolsillo de los contribuyentes en 1983-1984). Daba la impresión de que el señor Scargill estaba  preparando a sus tropas para ir a la guerra. No obstante, el sindicato tenía como tradición solicitar el voto de sus miembros antes de emprender una huelga, y existían buenos motivos para pensar que el señor Scargill no obtendría la mayoría necesaria (55 por ciento) para convocar una huelga nacional en un futuro inmediato.
El Jueves 1 de Marzo la NCB (Junta Nacional del Carbón) anunció el cierre de la mina de Cortonwood en el estado de York. Como protesta ante la medida, y basando su autoridad en una votación local realizada dos años antes, la ejecutiva del sindicato minero del área de York (de donde era originario  Scargill), caracterizada por su radicalismo, convocó una huelga. Aquel mismo día la NUM escocesa convocó una huelga a partir del 12 de Marzo. Durante las dos semanas siguientes cayó sobre las áreas mineras el peso brutal de las tropas de choque de los sindicatos y, por un momento, pareció que la racionalidad y la decencia quedarían aplastadas. El primer día de conflicto había 83 minas funcionando y 81 cerradas. En 10 de éstas, según me comunicaron, el trabajo se había interrumpido más a causa de los piquetes que por el deseo de sumarse a la huelga. A final del día, el número de minas en las que se había suspendido el trabajo había llegado casi a cien . El Miércoles por la mañana sólo seguían trabajando con normalidad 29 minas. En aquel momento del conflicto, la violencia estaba centrada en Nottingham, donde los piquetes volantes del condado de York luchaban denodadamente por asegurarse una victoria rápida. No obstante, los trabajadores de Nottingham siguieron adelante con su votación y aquel Viernes los resultados de ésta mostraron que un 73 por ciento estaba en contra de la huelga. Las votaciones por zonas realizadas el siguiente día en las minas del centro, noroeste y nordeste de Inglaterra se saldaron también con una gran mayoría en contra de la huelga. En total, de los 70.000 mineros que votaron más de 50.000 lo hicieron a favor de seguir trabajando. A comienzos de la huelga, Michael Havers ( Attorney-General for England and Wales and Northern Ireland)  hizo una lúcida declaración en una respuesta escrita a la Cámara de los Comunes, en la que exponía el alcance del poder policial para hacer frente a los piquetes, incluyendo la capacidad (mencionada anteriormente) de hacerles retroceder antes de llegar a su destino, cuando existen razones suficientes para pensar que puede producirse una alteración del orden. Para que la ley y el orden prevalezcan es vital que actos criminales tan visibles como los que se produjeron durante la huelga sean castigados rápidamente: el pueblo necesita ver que la ley funciona.
Al llegar la última semana de Marzo la situación estaba ya bastante clara. No parecía nada probable que se pudiera poner un fin rápido a la huelga. En la mayor parte de las minas, la fuerza del señor Scargill y de sus colegas era muy grande, y no sería fácil vencerles. Sin embargo, cuando a lo largo de los dos años anteriores elaborábamos nuestros planes ante la eventualidad de que surgiera un conflicto similar, no habíamos contado con que se fuese a extraer nada de carbón en caso de huelga; pero, de hecho, una parte sustancial de la industria del carbón seguía en activo. Si conseguíamos trasladar el carbón extraído hasta las centrales térmicas, multiplicaríamos nuestra capacidad de resistencia. Cuando sir Robert Day me entrevistó en el programa Panorama el Lunes 9 de Abril, defendí firmemente la actuación de la policía durante los enfrentamientos: La policía defiende la ley, no al Gobierno. Éste no es un enfrentamiento entre los mineros y el Gobierno, es una disputa entre mineros […]. La policía tiene a su cargo la defensa de la ley… y lo ha hecho espléndidamente. Pocos días más tarde la policía se encontró en un frente de combate diferente.
El 17 de Abril, mientras vigilaba una manifestación pacífica, la agente de policía Yvonne Fletcher fue abatida en St. James Square por fuego de ametralladora procedente de la Embajada de Libia. Todo el país quedó sobrecogido. A pesar de ello, el señor Scargill entró en contacto con funcionarios libios. Un miembro de la NUM llegó incluso a entrevistarse con el Coronel Gaddafi con la esperanza de obtener dinero para seguir adelante con la huelga. Parecía como si existiera una insondable alianza entre aquellas dos fuerzas del desorden. Había signos de que muchos mineros estaban perdiendo su entusiasmo inicial y empezaban a cuestionar las previsiones del señor Scargill sobre la capacidad de resistencia de las centrales térmicas. Los líderes sindicales respondieron incrementando las asignaciones que pagaban a los piquetes (no pagaban nada a los huelguistas que no participaban en ellos) y reclutando gente ajena a los mineros para la tarea. Se produjo una escalada generalizada de la violencia. Evidentemente, la táctica consistía en lograr la máxima sorpresa, concentrando en un plazo muy breve de tiempo a un gran número de piquetes en una mina determinada. Hay personas que están utilizando la violencia y la intimidación para imponer su voluntad a otros. Están fracasando por dos motivos: en primer lugar gracias a nuestra magnífica fuerza policial, que está bien entrenada para cumplir con su deber valerosa e imparcialmente. En segundo lugar porque, en su inmensa mayoría, las personas de este país son ciudadanos honrados, decentes y respetuosos de la ley, que desean que ésta sea acatada y se niegan a dejarse intimidar. Rindo tributo al valor de quienes han acudido al trabajo atravesando los piquetes […] El imperio de la ley debe prevalecer sobre el de la violencia. El objetivo de las intimidaciones no eran sólo los mineros que iban al trabajo; también corrían peligro sus esposas e hijos.
El Martes 31 de julio hablé en un debate de la Cámara de los Comunes. No me anduve con rodeos: El Partido Laborista es un Partido que apoya todas las huelgas, sea cual sea su pretexto y por dañina que resulte. Pero, por encima de todo, es el apoyo del Partido Laborista a los mineros en huelga frente a los mineros que desean seguir trabajando lo que priva definitivamente de toda credibilidad a su afirmación de que representa los verdaderos intereses de la población trabajadora en este país. A continuación me dirigí a Neil Kinnock: El líder de la oposición no dijo una palabra respecto a la necesidad de una votación hasta que la NUM cambió sus normas, rebajando la mayoría necesaria. Acto seguido declaró ante la Cámara que una votación a nivel nacional del sindicato minero era una perspectiva más clara y próxima. Esto ocurrió el 12 de Abril, la última vez que le hemos oído hablar del tema. Pero el 14 de Julio apareció en un mitin de la NUM y dijo: “No hay más alternativa que la lucha: todos los demás caminos están cerrados”. ¿Qué ha sido de la votación? No hubo respuesta alguna. Finalmente, el Martes 7 de Agosto, dos mineros de Yorkshire denunciaron a la rama local de la NUM ante el Tribunal Supremo por convocar una huelga sin votación previa. Esto fue el golpe decisivo, y tuvo como consecuencia última el embargo de la totalidad de los bienes del sindicato minero. Un indicador del grado de frustración al que habían llegado los sindicalistas militantes fue el aumento de la violencia contra los mineros que continuaban trabajando y sus familias. En opinión de la policía se había producido, al parecer, un cambio de táctica por parte de los líderes de la NUM: desalentados por el fracaso de los piquetes, parecían haber decidido emprender una guerra de guerrillas basada en las amenazas a las personas y las empresas. Los mineros esperaban con ansia el invierno, cuando la demanda de electricidad alcanza su techo y la probabilidad de restricciones aumenta. A comienzos de Septiembre, en la Conferencia de la TUC( Congreso de Sindicatos), la mayoría de los sindicatos —con la fuerte oposición de los trabajadores del sector eléctrico y energético— se comprometieron a apoyar a los mineros, aunque en la mayor parte de los casos no tenían intención alguna de hacerlo. Mientras tanto, el señor Scargill reafirmaba su punto de vista de que no existía el concepto de “pozos no rentables”; tan sólo existían explotaciones en las que no se habían realizado las inversiones necesarias. Era crucial para el futuro de la industria del carbón, y para el del propio país, rebatir de forma palmaria y pública la afirmación de la NUM de que no debían cerrarse los pozos no rentables, y que quedara desacreditado de una vez por todas el recurso a la huelga con fines políticos.
Fue también en Septiembre cuando conocí personalmente a algunas de las integrantes de la campaña “Vuelta al trabajo”, emprendida por las esposas de los mineros. Sus representantes vinieron a verme al Número 10 de Downing Street y me sentí conmovida por el valor de aquellas mujeres, cuyas familias se veían sometidas a todo tipo de abusos y amenazas. Me dijeron que la mayor parte de los mineros seguía sin comprender hasta donde llegaba la oferta salarial y los planes de inversión de la NCB: había que hacer mayores esfuerzos para hacer llegar su mensaje a los mineros en huelga, muchos de los cuales dependían de la NUM para obtener su información . Me confirmaron que mientras continuaran las conversaciones entre la NCB y la NUM, o hubiera perspectivas de que se reanudasen, resultaría extremadamente difícil convencer a los hombres para que volvieran al trabajo. Me explicaron el chantaje al que se habían visto sometidas pequeñas tiendas de las zonas mineras para que suministraran mercancías y alimentos a los mineros en huelga, y como estos productos estaban siendo retenidos para que no llegaran hasta los mineros que continuaban trabajando. Tal vez lo más chocante de todo lo que escuché fue que, en algunas áreas, los gestores locales de la NCB no estaban particularmente ansiosos por promover una vuelta al trabajo y que, en un área en particular, estaban tomando partido activamente en favor de la NUM para que no se produjera. En aquella industria excesivamente impregnada de política sindical nada me parecía ya imposible. Por supuesto, lo vital para aquellas mujeres era que la NCB hiciera todo lo posible por proteger a los mineros que habían encabezado la vuelta al trabajo, transfiriéndoles en caso necesario a otros pozos donde hubiera menos militancia sindicalista, y dándoles prioridad en las solicitudes de extinción de contrato. Les dije que no les abandonaríamos —y creo que cumplí mi palabra— y que todo el país estaba en deuda con ellos. La señora McGibbon, esposa de un minero de Kent que continuaba trabajando, intervino en la conferencia del Partido Conservador describiendo las amargas experiencias que habían sufrido ella y su familia. La vileza de las tácticas de los huelguistas no conocía límite. Incluso sus hijos pequeños se habían convertido en su objetivo: les habían amenazado con que sus padres morirían. Poco después de su intervención, el Morning Star publicó su dirección. Una semana más tarde su hogar fue atacado. El 11 de Septiembre se constituyó un Comité Nacional de Mineros partidarios de la vuelta al trabajo (National Working Miners’ Committee).
El Domingo 28 de Octubre el Sunday Times reveló que un miembro de la NUM había visitado Libia y había apelado personalmente al coronel Gaddafi, pidiéndole apoyo. A comienzos de Octubre, él mismo Scargill  (viajando con el alias de Mr. Smith) había visitado París, acompañado por su colega Roger Windsor, para entrevistarse con representantes del sindicato comunista francés, la CGT. En la reunión estuvo presente un libio que, según el señor Scargill afirmó posteriormente, era un representante de los sindicalistas de aquel país (una rara especie sin duda, ya que el coronel Gaddafi había disuelto todos los sindicatos tras su acceso al poder en 1969). Parece probable que Gaddafi hiciera una donación a la NUM. Aunque no se sabe cuál fue su importe, se ha sugerido una suma de 150.000 libras. La visita del señor Windsor a Libia fue una continuación de la reunión de París. Está demostrado más allá de toda duda que la NUM recibió también una aportación procedente de otra fuente igualmente improbable: los inexistentes “sindicatos” de Afganistán, por aquel entonces controlado por los soviéticos. En Septiembre habían empezado a aparecer informes de que la NUM estaba recibiendo ayuda de los mineros soviéticos
La NCB aprovechó el momento para lanzar una campaña en favor de la vuelta al trabajo. Se anunció que los mineros que se reintegrasen antes del Llunes 19 de Noviembre recibirían una sustanciosa bonificación de Navidad. Justo después de realizarse la oferta, volvieron al trabajo 2.203 mineros, seis veces más que la semana anterior.  Yo era más consciente de las dificultades que planteaba. Manifesté que existían tres principios a los que debíamos mantenernos fieles. En primer lugar, toda conversación sobre el futuro de la industria debía tener lugar tras la vuelta al trabajo. Además, no debía acordarse nada que socavara la posición de los mineros que habían seguido trabajando. Por último, era esencial impedir que la NUM afirmara que el programa de cierre de pozos había sido retirado o incluso que no habría cierres mientras duraran las negociaciones. Tenía que quedar bien claro que la NCB era libre de emplear el procedimiento de revisión de minas ya existente con arreglo a las modificaciones previstas en el acuerdo con la NACODS (The National Association of Colliery Overmen, Deputies and Shotfirers,Asociasion Nacional de minas del carbon, diputados y dinamiteros)  ). Al acabar el año, nuestro principal objetivo era favorecer la reincorporación de los mineros al trabajo a partir del 7 de Enero, primer Lunes laborable del nuevo año. Según avanzaba el mes de Enero, el ritmo fue en aumento. A mediados de mes, casi 75.000 miembros del sindicato minero habían abandonado la huelga y el ritmo de vuelta al trabajo se aproximaba ya a los 2.500 trabajadores a la semana. Estaba claro que el fin estaba cerca.
Scargill seguía afirmando en público que no estaba dispuesto a aceptar el cierre de pozos por motivos económicos. Me reuní con Norman Willis y otros líderes sindicales en el Número 10, la mañana del Martes 19 de Febrero. Por parte del Gobierno me acompañaban Willie Whitelaw, Peter Walker y Tom King. La reunión se desarrolló en un ambiente cordial. Norman Willis hizo una exposición muy ajustada a la realidad sobre la posición negociadora de la NUM. Como respuesta, dijo que apreciaba los esfuerzos de la TUC. También yo deseaba que la huelga se resolviera lo antes posible, pero esto exigía una clara solución a las cuestiones básicas del conflicto. Una resolución eficaz del conflicto requería una clara comprensión de cuáles eran los procesos pertinentes para proceder al cierre de los pozos, el reconocimiento del derecho de la NCB a gestionarlos y tomar las decisiones finales, y la aceptación de que la Junta tomaría en consideración el rendimiento económico de los pozos a la hora de decidir. Resultaba ya evidente para los mineros y la opinión pública en general que la TUC no estaba dispuesta a impedir que los acontecimientos siguieran su curso, ni tenía capacidad para hacerlo. Los mineros estaban volviendo al trabajo en gran número y el ritmo iba en aumento. El Miércoles 27 de Febrero se alcanzó la cifra mágica: más de la mitad de los afiliados a la NUM habían abandonado ya la huelga.
El Domingo 3 de Marzo, en una conferencia de delegados de la NUM, se votó a favor de la vuelta al trabajo, en contra de los consejos de Scargill. Así ocurrió, a lo largo de los días siguientes, incluso en las zonas de mayor militancia. Aquel Domingo concedí una entrevista a los periodistas en el exterior del Número 10. A la pregunta de quién había ganado, si es que había ganado alguien, repliqué: Si alguien ha ganado han sido los mineros que permanecieron en el trabajo, los estibadores que permanecieron en el trabajo, los trabajadores del sector de la energía que permanecieron en el trabajo, los conductores de camiones que permanecieron en el trabajo, los ferroviarios que permanecieron en el trabajo y los directivos que permanecieron en el trabajo. En otras palabras, toda la gente que hizo que las ruedas de Gran Bretaña siguieran girando y que, a pesar de la huelga, logró una producción global récord en el país el año pasado. Ha sido toda la población trabajadora de Gran Bretaña la que ha mantenido en marcha el país. Así terminó la huelga. Había durado casi exactamente un año.
La huelga estableció sin lugar a dudas la evidencia de que la industria del carbón británica no podía ser inmune a las fuerzas económicas, que se aplican tanto en el sector público como en el privado. A pesar de las fuertes inversiones, el carbón británico ha sido incapaz de competir en los mercados mundiales y, como resultado, la industria británica del carbón ha sufrido un declive aún mayor de lo que ninguno de nosotros había previsto en tiempos de la huelga. Con todo, el conflicto minero siempre tuvo motivos que iban mucho más allá del problema de los pozos no rentables. Fue una huelga política, y por ello su resultado tuvo un alcance que trascendía con mucho la esfera económica. Desde 1972 a 1985, la opinión al uso mantenía que Gran Bretaña sólo era gobernable con el consentimiento de los sindicatos. Ningún Gobierno podía realmente sobrevivir a una huelga importante, especialmente a una huelga del sindicato minero —y menos aún salir victorioso. Incluso cuando estábamos introduciendo reformas en las leyes sindicales, superando conflictos menores como la huelga de las acerías, mucha gente, y no solo de izquierda, seguía pensando que los mineros tenían en su mano el veto definitivo, y que algún día lo utilizarían. El día de la confrontación había llegado y había tocado a su fin. Nuestra determinación de hacer frente a la huelga animó a los sindicalistas de a pie a hacer frente a los activistas de la organización. Lo que el resultado de la huelga dejó perfectamente claro fue que la izquierda fascista no conseguiría hacer ingobernable Gran Bretaña. Los marxistas querían desafiar las leyes del país con el fin de desafiar las leyes de la economía. Fracasaron y, al hacerlo, demostraron hasta qué punto son mutuamente interdependientes una economía libre y una sociedad libreEs una lección que nadie debería olvidar.

jueves, junio 18, 2015

Comentario a un programa radial de Lavín y E. Matthei

Un Lavín mesurado con una Matthei desmesurada, disparan desde su trinchera.
¿Se puede ganar la guerra así?
¿Con dos buenos soldados disparando igual como ocurre en las sobremesas de los opositores?
Nada más inefectivo.
Mientras tanto, los que gobiernan, que tienen el poder y los votos, aprueban leyes nefastas.
¿Dónde está la oposición? Me pregunto por la oposición y no por los opositores que son hoy mayoría.
A los opositores se les encuentra en todos lados, pero la oposición, esa organización política que propicia un proyecto alternativo, no está en ninguna parte.
¿Por qué? Fácil. Porque las ambiciones personales superan con mucho el cariño por Chile.
Piñera al aguaite, dañado por las irregularidades en Chilevisión, esperando ser la única alternativa.
Allamand buscando ser el elegido por algún golpe del destino, Hernán Larraín mostrando liderazgo débil y ahogado en líos de boletas. Kast, esperando que lo inflen, y, la Evelyn, honesta, pero sin apoyo de los partidos, disparando de la trinchera en que la pongan mientras el país se desmorona.
Imagino una oposición articulada, con una voz, con un proyecto, con valentía defendiendo las bondades de la libertad. Imagino lo fácil que es en el terreno de las ideas, dada la coincidencia de pensamiento de los partidos de derecha.
No obstante, nada de eso se ve, sólo desarticulación y francotiradores que ocasionalmente matan a un gorrión como Peñailillo, pero que no significan una oferta al país que los observa.
Al otro lado, comunistas y decés, en una convivencia insólita, dan clases de manejo político para mantener el poder. Dañan a medio mundo, pero a fin de mes están las dietas y viáticos esperando y así ha sido por muchos años.

viernes, enero 23, 2015

Para superar el ingreso medio (David Gallagher)

Para superar el ingreso medio

Con razón se habla de la trampa del ingreso medio. Es casi imposible superarla. Porque cuando un país llega a esa etapa, las prioridades cambian, y los esfuerzos por crecer aflojan. La gente ya tiene satisfechas sus necesidades básicas, sin entender mucho con qué políticas públicas lo logró, y en vez de esa abstracción que es el crecimiento, quiere más bienestar. Por otro lado las penurias de antaño se olvidan; y los bienes materiales adquiridos no atraen tanto como cuando eran inaccesibles, sobre todo si se compraron con deuda. Para muchos jóvenes, estos bienes llegan incluso a parecer superfluos, y les brota una nostalgia romántica por un pasado anterior al consumo, uno de vida simple, donde todos éramos solidarios y no era necesario competir.

Frente a eso ¡qué difícil defender el capitalismo! Con la desigualdad que parece acarrear. Con sus crisis, como la de 2008-9, que todavía tiene a más de un tercio de los españoles jóvenes sin trabajo. Con la caótica volatilidad de sus precios clave, como recién el del petróleo. Con empresarios coludidos o fraudulentos, con afán de adueñarse de la política. No solo en Chile. En el Reino Unido, hubo bancos que se coludieron hasta para manipular la tasa LIBOR; y en Estados Unidos, Obama no logra subir el magro impuesto que pagan algunos mega ricos, por su influencia como financistas de los republicanos.

¿Cómo se defiende el capitalismo en esas circunstancias? ¿Con un dictamen como el de Churchill sobre la democracia, cuando dijo que era "el peor sistema de gobierno, con excepción de todos los demás"? ¿Con el argumento de que el ser humano propende a ser flojo y abusador, y que por tanto es vital darle los incentivos que ofrece la propiedad privada, y a la vez obligarlo a competir, bajo el imperio de la ley? Difícil que no suene más atractivo aquel socialismo que apuesta al amor fraternal, a una sociedad motivada por incentivos morales, donde la ley es apenas necesaria.

Claro que ese socialismo ideal nunca ha existido, y es falaz contrastarlo con el capitalismo real. El verdadero socialismo con que habría que compararse es el de Cuba o el de Venezuela. Pero siempre habrá quienes objeten que esos países solo equivocaron el buen camino.

Tal vez haya una importante lección allí. Los seres humanos seremos egoístas pero también nacemos con un profundo sentido de la justicia, e insistimos en querer vivir en una sociedad justa y moral. Por eso no basta cuando la derecha promete nada más que buena gestión, y el capitalismo nada más que crecimiento. Es imperativo demostrar la moralidad inherente al mismo capitalismo de mercado; y cuando esta se queda corta, legislar para que aflore.

Habría que comenzar explicando mejor los fundamentos morales de la competencia y de la propiedad privada. Pero con eso no basta. Cabe, también, que los empresarios asuman el profundo sentido de responsabilidad social que les corresponde tener, la gratitud que les debería nacer, las ganas de retribuirle a la sociedad que ella les debería despertar. Lo que en Estados Unidos llaman "give back". Es lo que en ese país inspira a filántropos como Bill Gates y Warren Buffet, quienes han montado un "club" de -hasta ahora- 128 billonarios, todos dispuestos a donar como mínimo la mitad de su patrimonio. Por algo es tan poco cuestionado el capitalismo en Estados Unidos, a pesar de sus ocasionales desmanes.

Es imposible pasar a ser un país de ingresos altos sin un robusto capitalismo de mercado. Para eso los políticos tienen que mantener firme el timón cuando hay crisis o cuando cambian las modas. Pero es igual de imprescindible que los empresarios sean nobles y generosos; que se conviertan en ejemplos inspiradores para la sociedad.

(El Mercurio, 23 de enero de 2015)

lunes, noviembre 24, 2014

El duro análisis de Evelyn Matthei: "El problema es la Presidenta y sus asesores del segundo piso, Atria y Güell"

Por ello, a su juicio, no sirve de nada un cambio de gabinete. Dice estar "impresionada de la incapacidad" de Bachelet y teme que "va a entregar un país estancado y dividido" al final de su período. Anuncia su regreso a la política para 2015 o 2016 y aunque aclara que no hay nada definido, asegura que le ganaría a Carolina Tohá en Santiago. Tampoco desecha del todo volver a ser una carta presidencial. Olga Bustamante  Olga Bustamante | Política | 05:00 hrs 


© Agencia Uno






Si bien nunca se fue definitivamente, Evelyn Matthei pareciera estar de vuelta, y con todo. Tras la dura derrota que sufrió en la elección de diciembre de 2013 como abanderada de la centroderecha frente a Michelle Bachelet, se dedicó este año a la docencia en un colegio “Matte”, lo que la mantuvo -por decisión propia- en una segunda línea. Pero según sus propias palabras “este gobierno ha resultado ser un desastre tan brutal”, que considera inesquivable volver a la política activa (ver pág. 6) y alzar la voz. Y en esto último, como siempre directa y frontal, su juicio es lapidario: “La principal falencia de Chile hoy día es la Presidenta Bachelet”, asegura, y advierte: “Va a reventar el país, va a reventar el prestigio de sus ministros”.
¿Comparte el juicio de que la principal falencia del Gobierno hoy es la conducción política?
La principal falencia es la Presidenta…
¿Del Gobierno?
La principal falencia de Chile hoy día es la Presidenta Bachelet.
¿En qué sentido?
Va a entregar un país estancado y dividido. Se ha dejado seducir, o a lo mejor ha creído toda su vida en ellos, por ideologismos de hace 50 años. No entiende, para nada, cómo esas ideologías se llevan a la práctica. Nunca ha diseñado una política pública desde el principio hasta final y no la ha implementado, no sabe cómo hacerlo y no sabe cómo pedírselo a los demás. Por lo tanto, todo el mundo que pide la renuncia de (Nicolás) Eyzaguirre está totalmente equivocado.
¿O cambio de gabinete?
Así es, porque el problema es ella. El problema es ella y sus asesores del segundo piso, (Fernando) Atria y (Pedro) Güell. Y mientras eso no cambie, se pueden cambiar todas las carteras y el desastre va a seguir siendo el mismo.
Pero la Presidenta fue elegida para gobernar 4 años y eso es inamovible, entonces significa que…
Significa que vamos a tener un desastre por los próximos tres años y medio. Sí, eso es lo que estoy diciendo. Salvo que ella decida llamar a gente como en su minuto lo hizo con Pérez Yoma, y que finalmente lograron sacar la cosa a flote. Por ejemplo, estaba leyendo a Atria en una artículo sobre la calidad de la educación. Es de un grado de ideologismo y de hablar con una autoridad que no sé quien le ha dado, sobre un tema respecto del cual no sabe nada. Y esos son los que están dictando las políticas. Gente que cree que tiene tres verdades y las aplica a todo. Son puros generalistas, ideólogos, que nunca han hecho política pública ni han visto los detalles que ello conlleva: escuchar, ordenar, priorizar, ver qué es compatible con qué otras leyes y a qué grupos vas a tocar y por qué. Nunca ese ejercicio lo han hecho ni Güell, ni la Presidenta Bachelet, ni el señor Atria. Entonces se lo encargan al pobre Eyzaguirre. Y cuando empieza a quedar la escoba, ella dice “que los ministros trabajen más”. Esa es su respuesta, cuando en realidad  ella ha pedido estupideces, una tras otra.
Sin embargo, ella hizo en su Gobierno anterior una buena reforma, como todos reconocen hoy, al sistema de pensiones. No será tan poco lo que sabe.
Hizo una reforma a las pensiones que venía siendo estudiada hace 5 años. Ella no había pedido ese estudio, se lo mostraron. Venía preparándose por parte de Alberto Arenas con expertos internacionales, se habían hecho todos los trabajos. Todo estaba listo. Ella le puso la guinda a la torta y armó la comisión Marcel, pero era algo que venía del Gobierno de Lagos. Acá no hay nada de nada. Cree la Presidenta que se pueden armar cuatro o cinco proyectos de ley en Educación en 6 meses. ¡En qué mundo vive! Va a reventar el país, va a reventar el prestigio de sus ministros. Ella no sabe de lo que está hablando en materia educacional, no tiene idea de lo que está hablando en materia tributaria, no tiene idea lo que está pasando en la economía. Habla de una nueva alianza público-privada, pero permite que la ministra de Salud siga despotricando contra las concesiones. 
¿Cuál es la Bachelet de verdad, la de su anterior período, o la de ahora?
Yo creo que ésta.
¿Y qué pasó entonces en su anterior Gobierno, donde no reventó al país como usted teme ahora?
Lo que a ella tanto le molesta, que el que de verdad gobernó fue Andrés Velasco. Pero dígame qué se hizo en la reforma tributaria, si hubo que hacerla entera de nuevo. Nunca en mi vida había visto algo técnicamente tan mal hecho. Y ella: campaña del terror. Estoy impresionada de la incapacidad de la Presidenta y ahora entiendo por qué nunca quiso debatir nada de fondo, porque no sabe. Eran todas evasivas y lugares comunes, no sabe nada de nada.
Entonces, ¿aunque haya cambio de gabinete no se va a modificar nada?
Primero, no puede haber cambio de gabinete, porque ella le ha impuesto las tonteras a Eyzaguirre y a Arenas. No los va a cambiar.
Pero en el resto del gabinete sí puede hacer cambios.
¿A quién? A un ministro que nadie conoce y que no tiene ninguna importancia, a lo mejor, da lo mismo, cosmética. Pero si me dicen que va a sacar a Arenas y a Eyzaguirre, no, no los puede sacar, si ella los metió en este tete.
¿Cuál es la responsabilidad de ambos?     
Tontos no más. Ambos son unos lesos que por amistad, por poder, o porque se creyeron Superman, qué se yo, aceptaron ser ministros en condiciones en que solamente lo podían hacer pésimo. Ambos han quemado totalmente su prestigio profesional. Son personas que han perdido el respeto de todo el mundo y no se lo merecen, ninguno de los dos.
¿No debieron haber aceptado?
Han recibido órdenes o sugerencias generales. No han tenido tiempo de hacer una propuesta seria. Les han exigido, además, que escuchen a cabezas calientes y todo para ayer. El peor de los mundos. Han actuado sin margen.

Economía y sector privado

¿Cómo está viendo el 2015?
¿Vió lo que opinaban los empresarios (encuesta de Enade)? Esa es la misma visión que tengo yo. Aún después de los cambios tuvimos una reforma tributaria tan horrorosamente mala, que la economía está paralizada completa y nadie cree que a fines de este año despega.
¿Entonces, no hay punto de inflexión como espera el ministro Arenas?
Ahora vienen reformas laborales (ríe)... Arenas trata de decir “no, ya pasó lo peor chiquillos. Ya tenemos reforma tributaria, les guste o no es certeza”, pero cómo va a haber certeza si ahora vienen reformas laborales en que nadie sabe qué brutalidad va a salir, porque además la ministra Blanco no sabe del tema. Ella es una mujer muy inteligente y que sabe mucho de seguridad pública. Veamos cómo está la seguridad pública. Cada día peor. Pero no, ponen a alguien que no sabe nada de seguridad pública y a ella la ponen de ministra del Trabajo. Es que todo es así. La Presidenta Bachelet puso a sus amigos, muchos de los cuáles no tenían ninguna experiencia. Y a algunos los quemó, como a Arenas y a Eyzaguirre.
¿Cómo está conduciendo la ministra Blanco el proceso para mandar la reforma?
No tengo idea, porque cualquier persona que ha redactado un proyecto de ley sabe que los titulares no dicen nada. Lo que importa son los detalles, el articulado. Eso hace toda la diferencia entre que una cosa funcione o no. 
¿Cuál es el peligro que se haga una mala reforma laboral?
Más desempleo, obviamente, porque malas reformas laborales significan que las empresas automatizan o tercerizan en otros países. 
La economía va a crecer algo bajo 2% este año, ¿cuánto podría mejorar el próximo?
Mi impresión es que nos vamos a quedar por aquí mismo, o sea, bajo 3%. ¿Viene Reforma Constitucional o no viene? ¿Van a cambiar los derechos de propiedad como dijo la ministra Rincón o no? Así, cómo va a rebotar la economía, de dónde.
Si es todo así, ¿por qué inversionistas de afuera siguen comprando empresas en Chile?
Por las ventajas tributarias. Si no pudieron ponerles las mismas tasas tributarias que a los chilenos. Los chilenos pagan más impuestos. Hoy una empresa es más rentable cuando está en manos de extranjeros que cuando está en manos de chilenos.
Pero si hay un clima de incertidumbre ellos también lo debieran resentir…
Desde afuera siempre piensas que no es tanto. Cuando ves que hay familias tradicionales que deciden vender porque alguien dijo “sabes que más, es momento de salirse de Chile”, eso lo saben los que viven en Chile, no en Nueva York. La gente invertía en Chile porque era un oasis en cuanto a estabilidad de las reglas del juego, pero eso ya dejó de ser.
¿Es válido entonces el reclamo de los gremios empresariales por el mal clima de negocios?
Los líderes empresariales tienen un problema serio en este minuto, ellos se dan cuenta la debacle que hay, pero no lo pueden decir con todas sus letras, porque tienen que mantener los canales de comunicación lo más abiertos posibles con el Gobierno. Por lo tanto, hacen un discurso golpeador, pero después viajan con la Presidenta porque ese es su rol. Pero cuando uno habla con gente que tiene empresas y que no está en ningún gremio, lo que escucha es negro, negro, negro. Están cabreados, hastiados, y ya con cero confianza hacia la Presidenta.

Candidatos presidenciales

Si no ve posibilidad de un cambio de rumbo del Gobierno, ¿cómo seguirá esto hacia adelante?
Probablemente cuando ya empiece a notarse que la economía no repunta y que la Presidenta no sube en las encuestas, van a empezar a tirar bonos. Van a empezar a tirar plata a la calle. Algo de eso ya vimos la semana pasada con medidas como la de la baja de las bencinas. Entonces ahí ya no le van quedar dudas a los inversionistas que Chile se convirtió en un país bananero más. Ella va a tratar de recuperar su sintonía como el público a como dé lugar, pero no se da cuenta que la sintonía la está perdiendo por políticas que afectan profundamente a la clase media emergente y al empleo.
¿Tendría que modificar la naturaleza de las reformas?
Lo que tiene que cambiar es el segundo piso, pero no la veo haciendo eso.
¿El mayor protagonismo en la DC y el PS de personajes como Gutenberg Martínez y Escalona, podría variar este panorama?
La única esperanza que tengo es que efectivamente la sensatez venga impuesta por fuera. Que distintos agentes que pueden ser personas, partidos o grupos de parlamentarios, se den cuenta que nos estamos yendo al despeñadero y exijan cambios.
Este ambiente de crispación tambien está adelantando la carrera presidencial en el oficialismo. Incluso se habla de Ricardo Lagos…
Creo que vamos a ver a un Insulza y a un Lagos señalando que con esta cantidad de revuelta se necesitan figuras potentes que ordenen. En ese caso mi impresión es que MEO desaparece, sencillamente por tonelaje y porque además el caos va a ser suficientemente grande como para que la gente prefiera algo conocido y que dé más certidumbre. 
Y entre Insulza y Lagos, ¿cómo ve las posibilidades?
Creo que Insulza tiene una ventaja sobre Lagos y es que estaría dispuesto a ir a una primaria y Lagos no.
En ese contexto, ¿qué espacio le queda a Andrés Velasco?
Pienso que muy poco.
Y todo este descalabro que usted vaticina, ¿no puede dejarle el camino despejado a la centroderecha para recuperar el poder?
No necesariamente. Depende de cómo se mueva, de cuáles sean sus propuestas y de cuán unidos estén. No existen las carreras ganadas. Las oportunidades se construyen, se trabajan, se conversan, hay que hacer la pega.

domingo, noviembre 16, 2014

Marchar (Columna en blog de t13.cl por mi hijo Pablo)

Marchar

Han pasado unas semanas y creo que a esta altura puedo confesar que pensé ir a la marcha de la CONFEPA. Era una buena ocasión para manifestar mi malestar con el gobierno, pero como ustedes saben, salvo que el país se esté cayendo a pedazos, la derecha no marcha.
La sola idea de marchar entre consignas y megáfonos me desanimó. Me imaginé estar durante dos horas escuchando ¡el que no salta es Bachelé, el que no salta es Bachelé! y fue superior a mí. Primero, porque yo no salto bajo ninguna circunstancia, y sinceramente, prefiero no ser la Presidenta en estos momentos.
Tampoco quería escuchar la canción nacional cada veinte minutos, por lo que haciendo caso omiso a mi pulsión de participación en la vida cívica, ese domingo mientras la CONFEPA marchaba yo salí a correr junto a todo mi individualismo por los dominios de Josefa.
Ahora la segunda confesión: he andado medio arrepentido de no haber ido. Especialmente dada la andanada de descalificaciones, burlas y derechamente insultos que recibieron quienes osaron, pacíficamente (¡oh!), manifestarse contra una política del gobierno. Les dijeron de todo: que iban obligados, que eran unos morones por querer pagar cuando papá Estado ofrece gratuidad, que iban engañados, que marchaban por la segregación y discriminación. En fin.
"No se me ocurriría mofarme de padres que defienden marchando lo mismo que reciben mis hijos a través de los colegios privados a los cuales asisten."
 
Yo entiendo, e incluso puedo llegar a suscribir conceptualmente los beneficios para la sociedad de un sistema de educación sin selección y sin financiamiento compartido (lo del fin al lucro es una eslogan barato). No obstante, no se me ocurriría mofarme de padres que defienden marchando lo mismo que reciben mis hijos a través de los colegios privados a los cuales asisten.
Mejor infraestructura, disciplina, orden, un profesor que hace clases, son las razones por las cuales esos padres prefieren pagar, y son las razones por las cuales marchan. Tienen buenas razones, para al menos estar preocupados, por el destino de muchos colegios particulares subvencionados en una reforma que parece entender solo Eyzaguirre y sus jóvenes, e inexpertos (valga la redundancia), asesores.
No es aceptable que las burlas vengan del gobierno, y menos aún desde el progresismo de barrio alto, quienes se sienten muy cómodos pagando $300.000 mensuales por niño y al mismo tiempo riéndose del padre que marcha pordefender su derecho a pagar $30.000. “Sueño que mis nietos vayan a un colegio público”, me decía una apoderada muy progre a la salida de una reunión de apoderados del Villa María. Preferí no contestarle.
La ingeniería social y la falta de empatía con los afectados van a terminar por matar una reforma donde hay mucho que rescatar. Es tal mi molestia, que no coincidiendo en todos los planteamientos, acompañaré a la CONFEPA y a esos padres en su próxima marcha. Salvo que haga mucho calor.

martes, octubre 21, 2014

La Nueva Mediocridad

Opinión: La Nueva Mediocridad

El nuevo "relato" es muy simple (y muy falso), pero muy dañino: "En Chile las personas tienen ingresos desiguales, lo cual es injusto. La causa de esto es el sistema económico o, lo que es lo mismo, los empresarios o los ricos. Y, dado que ellos (los ricos, los empresarios) son culpables de aquello, hay que quitarles ingreso y redistribuirlo".

vial

Mientras en el Chile Day de Londres todo es armonía entre gobierno y empresarios, en el país la situación entre ambos es, por decir lo menos, tensa. La culpa de todo la tiene el "relato" del gobierno, como les gusta decir a los políticos, que está haciendo estragos en las filas empresariales.

El nuevo "relato" es muy simple (y muy falso), pero muy dañino: "En Chile las personas tienen ingresos desiguales, lo cual es injusto. La causa de esto es el sistema económico o, lo que es lo mismo, los empresarios o los ricos. Y, dado que ellos (los ricos, los empresarios) son culpables de aquello, hay que quitarles ingreso y redistribuirlo".

La del gobierno no es una prédica intrascendente. Afecta, en primer lugar, el prestigio de un grupo de gente –los empresarios– que es importante para lograr los aumentos del producto y el empleo necesarios para seguir disminuyendo la pobreza. En segundo lugar, y más importante que lo anterior, el criterio de equidad afecta negativamente el necesario incentivo que se requiere para desatar el esfuerzo creativo de los hombres para mejorar su condición. Por algo el Financial Times señaló que la economía chilena es la que mejor encarna la nueva mediocridad.

El gobierno nunca ha sido muy claro respecto de cuáles serían "los ingresos justos". A lo más, ha señalado que el objetivo que se pretende es la equidad.

¿Que es la equidad? Miro en el diccionario y leo: "Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que merece en función de sus méritos o condiciones". La verdad es que la definición no ayuda mucho a esclarecer qué es lo que pretende el gobierno.

Varias preguntas. Primera: ¿quién determina lo que es equitativo? La respuesta es: el gobierno, por supuesto. Algún iluminado burócrata que ha visitado el paraíso y conversado con los dioses deberá determinar cuánto corresponde quitarles a algunos para darles a los otros. ¿En qué basará su determinación? Probablemente en nada muy racional. Básicamente, en sentimientos o percepciones del momento –de odio, amor, envidia– respecto de los más ricos.

Segunda pregunta: ¿es equitativo que Alexis Sánchez gane un millón de dólares al mes? La teoría económica hace rato que contestó esa pregunta. Es racional. El mercado remunera a las personas según el aporte que realizan. Alexis mete goles, gana campeonatos y vende camisetas. El Arsenal gana muchísima plata con Alexis, razón por la cual está dispuesto a pagarle un sueldo tan alto.

Tercera pregunta: ¿sería más justo bajarlo de los patines, a Alexis, como predica el ministro Eyzaguirre? No, de ninguna manera. Haga una cosa positiva: suba a los patines a otros jugadores jóvenes para que compitan con Sánchez.

Cuarta pregunta: ¿es equitativo que Alexis gane más que Valdivia, otro verdadero genio del fútbol? Para su información, Alexis se porta mejor, se cuida más, entrena con harta más dedicación, hace dieta sana, se acuesta temprano, se levanta de madrugada a hacer ejercicios, y es simpático, no conflictivo. En suma, aporta más.

Quinta pregunta: ¿sería más justo que Valdivia ganara lo mismo que Alexis? Al respecto, los expertos indican que si Valdivia tomara la decisión de trabajar tanto y fuera tan disciplinado como Alexis, los sueldos de ambos serían muy parecidos. Por lo tanto, en vez de quitarle a Alexis, sería mucho mejor decirle a Valdivia que se pusiera las pilas, que aportara más.

Y si usted todavía no esta convencido de todo esto, yo solo le puedo agregar que a Alexis nadie le "distribuyó" la plata que el gobierno quiere quitarle para "redistribuirla" a otros. Alexis ha trabajado duro desde muy niño y se ha ganado, peso por peso, todo su dinero.

Mis profesores en la Universidad de Chicago, todos genios, trabajaban una enorme cantidad de horas diarias y publicaban muchos y muy sesudos artículos en la frontera del conocimiento.

De aquellos que estaban en el departamento de economía en ese tiempo, cinco de ellos –Lucas, Becker, Fama, Stigler y Schultz– ganaron el Premio Nobel de Economía. ¿Es eso equitativo? Tampoco a ellos nadie les distribuyó o regaló el Premio Nobel. Lo obtuvieron debido a que poseían condiciones excepcionales de inteligencia (todos no somos iguales) y trabajaron más duro que los demás durante muchos años.

Ninguno de ellos nació en cuna de oro. La madre de Friedman, por ejemplo, llegó desde Ucrania a Estados Unidos a la edad de 14 años y trabajó desde muy joven como costurera en un taller de confección de ropa, con pésimas condiciones laborales.

En una entrevista que dio a una famosa revista, Friedman señala que: “Esos talleres y el trabajo infantil eran mucho más el resultado de la pobreza existente que del laissez fair. Nosotros en Estados Unidos ya no tenemos ese tipo de pobreza, gracias a que el sistema de empresa libre nos permitió llegar a ser ricos. Durante ese período, millones de inmigrantes sin un peso en el bolsillo vinieron desde afuera, nada más que con sus manos, y gozaron de una enorme mejoría en sus condiciones de vida. A mi madre solo le fue posible emigrar a Estados Unidos debido a que existían esos talleres donde pudo obtener un trabajo. No se quedó mucho tiempo allí. Tampoco lo hizo la mayoría de los otros que vinieron con ella. Si en ese tiempo hubiésemos tenido la ley de salarios mínimos y todo el entramado de leyes del Estado de bienestar, tal como existen ahora, la mitad de los lectores de esta revista o no existirían o serían habitantes de Polonia, Hungría u otro país. Y, por supuesto, tampoco existiría esta revista".

A los empresarios tampoco les han regalado la plata. A pesar de que últimamente van una vez al año a Londres o a Nueva York junto a funcionarios de gobierno a celebrar el Chile Day, la vida de los empresarios en Chile es bastante difícil. Su actividad se valora poco y nada. Además, muchas veces son víctimas del resentimiento y de la envidia. A pesar de ello, los empresarios chilenos se destacan. En su gran mayoría han ganado su dinero de manera honesta. Y todos ellos, sin excepción, han debido luchar duro contra la competencia, la burocracia, la regulación y el mal ambiente, para dar trabajo y mejores condiciones de vida a los chilenos.

Algunos, haciendo gala de mucha creatividad y trabajo duro, han tenido éxito. Otros tantos han fracasado. Los que progresaron, lo hicieron asumiendo riesgos políticos y económicos y emprendiendo variados proyectos que les han cambiado la cara a Chile y a los chilenos. Ellos se han ganado su plata trabajando para Chile.

En los últimos 40 años, gracias a la operación de la economía libre, se han superado los severos niveles de pobreza de antaño, las altas tasas de inflación y el permanente estancamiento económico. Hemos sido espectadores privilegiados de cómo la economía de mercado libre ha permitido aumentos sustanciales y sin precedentes del nivel de vida de los chilenos más pobres. Miles de ciudadanos modestos pero trabajadores de muchos países vecinos eligen a Chile para comenzar a vivir una nueva vida.

El gobierno actual, sin embargo, está empeñado en modificar de manera profunda los factores que han sido responsables del progreso alcanzado. Si en el pasado hubiésemos tenido los impuestos al nivel en que están actualmente, y hubiésemos aplicado toda la batería de medidas con las cuales hoy se nos amenaza, yo estoy seguro que no seriamos muy diferentes de Venezuela o Cuba y, obviamente, ningún ciudadano de otro país querría trasladarse a Chile a vivir y a trabajar.

Alvaro Vial Economista

jueves, octubre 16, 2014

Meter la mano en la caja

Meter la mano en la caja

Imaginemos que todo el asunto de las tarjetas de Caja Madrid hubiera sido un experimento, una especie de estudio sociológico sobre conducta o comportamiento humano. Se incluyeron 86 participantes, de diversas procedencias y diversa ideología política. El supuesto del que se partía era: aquí tenéis una caja llena de dinero, que en principio no es vuestro pero que será vuestro en cuanto lo toméis, y podéis tomar lo que os parezca y cuando os parezca sin que tengáis que dar ninguna explicación y sin que ello tenga ninguna consecuencia. El resultado es lo que estamos viendo: 82 sucumbieron a la tentación y metieron la mano, algunos las dos manos y a manos llenas, y solo cuatro resistieron. El resultado es demoledor en lo que se refiere a la condición humana. La codicia vence por goleada sobre la honestidad. Ahora imaginemos, solo por un momento, en hacer extensivo este caso a la totalidad de cargos, gobernantes y gestores de lo público, comenzando por Ayuntamientos, que durante años pudieron pensar que el contenido de la caja, que no era suyo, podía pasar a ser de su propiedad solo con tomarlo, y sin que ello tuviera ninguna consecuencia. Prefiero no imaginarlo.— Sebastián Fernández. (El País)